jueves, febrero 05, 2009

Me tienes que querer

La verdad no había tenido ninguna relación de pareja en la vida, algo que anhelaba desde que tenía 22 años.
Lo amaba y sabía que él también le amaba. Acababa de regresar de hacer un viaje y fue a encontrarle en el área de descarga.
No queriendo ser descortés con un superior el chofer le dio los buenos días y reseñó brevemente su viaje. Palabras y acciones que él interpretaba como un: "Sí yo también te quiero".
Pobre. Nada más alejado de la realidad. Ni al chofer le gustaban los hombres ni mucho menos le amaba.
Y es que sin saberlo él padecía del síndrome de Clérambault. Obsesionado con la idea de ser amado, querido.
Todo empeoraría unos meses después de la muerte de su madre. Entonces la vida de todos los involucrados (el chofer, la esposa de éste y él) en verdad sería un calvario.

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