miércoles, diciembre 10, 2008

¡Hasta aquí!

Cada uno de nosotros sabe, o al menos cree poder reconocer cuando se produce un efecto, ese momentum, el punto sin retorno cuando se ha llegado al límite de algún umbral.
El más célebre es el umbral del dolor (físico) pero también hay umbrales para la desesperación, desprecios, pobreza, etc. etc. ¿Cuánto es suficiente? ¿En qué momento dices: enough is enough you motherfucker?
Recuerdo mucho cuando iba al kick boxing y en momentos hacíamos ejercicios para incrementar nuestra resistencia al dolor físico, un ejercicio en partícular me encantaba, bueno es que en lugar de dolor yo sentía placer, je. El ejercicio consistía en sentarse en el piso con las piernas abiertas y con cintas dos compañeros estiraban tus piernas, onda castigo de la santa inquisición...aaa me encantaba, es una pena que la Congregación para la Doctrina de la Fe ya no le haga a eso.
Bueno sin desviarme más y a modo de conclusión, cada quién con sus umbrales, unos tenemos la mecha muy cortita para ciertas cuestiones y otros sorprendentemente larga. Eso sí, procuremos tener la mecha corta para los umbrales que atenten con la dignidad, digo yo.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Órale!!! Yo sé que algunas personas les encanta ser medio asfixiadas cuando hacen el amor, que eso incrementa su placer...
Margarita