Es una casita muy aguantadora la mía, ha sobrevidido a impactos a más de 120 km/h en automóviles, operaciones, brazos enyesados, tormentas tropicales, desempleo, pobreza, decepciones, rupturas, la nueva influenza, terremotos e intentos de atraco. Creo que nada más le falta sobrevivir al ébola.
Pronto mi casa y yo volveremos a volar (¿o es que el vuelo ya empezó?) impulsadas por mil millones de globos. Ay que emoción.
Pronto mi casa y yo volveremos a volar (¿o es que el vuelo ya empezó?) impulsadas por mil millones de globos. Ay que emoción.
2 comentarios:
Es q estas hecha de buena madera :) o de plástico fino? jaja
kisses
Plástico, diría yo.
Ja, esta generación insumisa...
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