Al pasar de los años y coincidentemente con mi entrada al mundo laboral me he hecho muy adepta al café. O si. Mucho. Para mí una mañana sin café equivale a una biblia sin Jesús como canta la sabia Paquita. No, no soy una empleada ni medianamente funcional si no ingiero mi tacita de café.
Los conocedores dirán que lo que considero delicioso es en el mejor de los casos agua de calcetín.
Pero no me importa, así soy ¿y qué?
Por alguna razón en la psicología pop al café se le relaciona con el sexo, si ese que hace sudar, gemir y jadear; el caso es que el otro día vi como preparaban un café y se me hizo agua la boca de tan caliente, ese olor y luego la espuma...santa María!
Yo quiero de ese café y de lo otro también.
Y no esta no es una convocatoria ni invitación, a menos que sea para un buen café ;-)
3 comentarios:
Oh sí!!!
Me pasa igual!! Adoro el café!! y el simple aroma me pone de buenas!!
YO NO COINCIBO UN DIA SIN MI DOSIS DE CAFEINA
la piscología pop???? qué es eso tú?? Margarita
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