Tan bella como letal

Les presento al toloache, en mi pueblo también le dicen floripondio. Aguas con esta plantita demoniaca, en mi familia un tío abuelo (me contaron que muy buen mozo) sufrió los estragos de dicha planta al comérsela en un platillo preparado por una mujer despechada. Bien dicen por ahí que el diablo se cuide de una mujer herida.
¿Resultado?
Mi tío abuelo quedó "ido" fuera de sí condenado a no ser ni la sombra de lo que un día fue.
¡Qué rudo! Yo pensaba que eso solamente sucedía en la fantasía de los escritores oriundos de meridianos cercanos al Ecuador.
¡¡Quimbara, quimbara!!