Hace dos años me la rompí al ir manejando y fue un parteaguas en mi vida. Renuncié a un trabajo que no me satisfacía, me rompi un huesito, me operaron y básicamente fueron tres meses de padecimientos más un año de cuidados postoperatorios.
Pero viví para contarla y desde entonces manejo con sumo cuidado, me alejo de los camiones y trailers lo más rápido que puedo.
Cuando presencio un accidente inmediatamente le pido a Dios por esa gente pues acaban de empezar su andar por el camino nada placentero del dolor.
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