Seguramente se enteraron del caso del señor austriaco que tenía encerrada a su hija en el sótano de su casa a la cual violaba y con la que engendró siete hijos. Obvio todo esto horroriza a cualquier ser humano medianamente cuerdo y sensato. Deseo que al menos caiga sobre él todo el peso de la justicia de su país, sea como sea y contando con que no es México seguramente no quedará impune. Mi primer impulso fue desear que sufriera las peores torturas y castigos inconcebibles-------y una parte de mí lo sigue deseando.
Pero reflexionando un poco el otro día sobre este señor y cómo es que alguien puede tener la mente tan jodida como para hacerle eso a otro ser humano, recordé el dato de su edad, tiene setenta y tantos años, haciendo mis sumas y restas concluyo que nació en la década de 1930 en Austria justo en plena guerra mundial y como es sabido la guerra es la peor manifestación de los humanos, la peor. ¿Será por eso que este señor y quienes lo cuidaron quedaron tan trastornados?
No lo justifico, está muy pero muy mal lo que hizo y repito, que las leyes le den el trato que merece.
Lo que pasa es que sentí mucha compasión por su caso, qué vida tan terrible debe haber tenido para perder la cordura, para convertirse en lo que él se convirtió.
Lo mismo me pasó el otro día que coincidí con alguien que fue mi amigo por mucho tiempo y de cuya amistad decidí prescindir, al verlo no me aguanté y le pregunté por qué me trató como lo hizo a lo cual contestó algo así como "porque soy así, ya sé que estuvo mal, pero ni modo, la vida pone a cada quien en su lugar"...zaz! Qué tristeza me dio su caso, no se da cuenta de que por ser como es no logra conservar amistades, mucho menos entablar un vínculo afectivo de pareja.
Ya ni me enojé, nada más sentí compasión por él.
Pero reflexionando un poco el otro día sobre este señor y cómo es que alguien puede tener la mente tan jodida como para hacerle eso a otro ser humano, recordé el dato de su edad, tiene setenta y tantos años, haciendo mis sumas y restas concluyo que nació en la década de 1930 en Austria justo en plena guerra mundial y como es sabido la guerra es la peor manifestación de los humanos, la peor. ¿Será por eso que este señor y quienes lo cuidaron quedaron tan trastornados?
No lo justifico, está muy pero muy mal lo que hizo y repito, que las leyes le den el trato que merece.
Lo que pasa es que sentí mucha compasión por su caso, qué vida tan terrible debe haber tenido para perder la cordura, para convertirse en lo que él se convirtió.
Lo mismo me pasó el otro día que coincidí con alguien que fue mi amigo por mucho tiempo y de cuya amistad decidí prescindir, al verlo no me aguanté y le pregunté por qué me trató como lo hizo a lo cual contestó algo así como "porque soy así, ya sé que estuvo mal, pero ni modo, la vida pone a cada quien en su lugar"...zaz! Qué tristeza me dio su caso, no se da cuenta de que por ser como es no logra conservar amistades, mucho menos entablar un vínculo afectivo de pareja.
Ya ni me enojé, nada más sentí compasión por él.
1 comentario:
Son ese tipo de cosas raras que nos hacen pensar en el origen de todo el desmadre que se vive en el mundo, por que así como está el caso del pinche Ario, también pasan muchas cosas en el mundo muy torcidas de las que no nos enteramos. Besos.
Publicar un comentario