Locura

Lo tengo comprobadísimo, todos absolutamente todos estamos locos, se nos patina el coco y cruzan los cables, claro en diferentes grados pues en unos es más notorio que en otros; ¿lo dudan? Simplemente miren a su alrededor y ejemplos no les faltarán y bueno hay familias donde abundan casos, es como si existiera el gen de la locura en su clan.
Pero no se angustien ser o estar loco es tolerable siempre y cuando no se dañe a nadie empezando por uno mismo o bueno eso creo yo quizás ustedes difieran y probablemente también tengan razón.
Y si de mentes dañadas se trata nadie como los profesionales de la salud mental… o sí, porque aunque los psiquiatras y psicólogos parezcan personas muy normales la realidad es que luego estamos más jodidos que los mismos pacientes nada más que disimulamos muy bien.
Ir a la universidad tiene sus ventajas, en lo personal paso de dar terapia emocional, uy no, ¡qué fiaca!, sería peor que Lammoglia en sus programas de radio cuando lo escuchaba en radio red pendejeando a diestra y siniestra; pienso que me la pasaría aplicando pura terapia de shock, no paso, por eso me fui por el rollo educativo, menos traumas.
¿Y qué resulta de ir a terapia?
Algunos como Rodrigo Muñoz Avia plasmaron su sentir de forma muy amena en el libro: “Psiquiatras, psicólogos y otros enfermos” de editorial Alfaguara, libro que me tomó seis meses conseguir pues siempre estaba agotado---los locos podemos ser muy obsesivos compulsivos a la hora de conseguir lo que queremos, finalmente encontré el libro en Gandhi por el módico precio de 135 pesos, lo compré hace una semana y estoy a punto de terminarlo.
Les dejo con el párrafo que me obsesionó:
“Hola. Me llamo Rodrigo. Rodrigo Montalvo Letellier. Antes de ir al psiquiatra yo era una persona feliz. Ahora soy disléxico, obsesivo, depresivo, y tengo diemo a la muerte, o sea, miedo. En el psiquiatra he aprendido que la palabra felicidad es una convención que carece de sentido. He aprendido que el hecho de volver a ser feliz algún día no solamente es imposible, sino completamente imposible. Ahora me pregunto más cosas de las que me gustaría: sobre la muerte y sobre la vida.”